La
dictadura del proletariado
Una vez que la clase obrera haya tomado conciencia
de la explotación y opresión sufre, se organizará
en torno a partidos de carácter revolucionario,
siendo dirigida por una vanguardia especialmente
capacitada y activa, empeñada en planificar la destrucción
del sistema capitalista.
Esa acción no debe circunscribirse
a un solo país ya que, siendo las condiciones y
los intereses de la clase trabajadora idénticos
en todo el mundo capitalista, ha de tener un carácter internacional.
A
través de la acción revolucionaria
los obreros han de derribar el gobierno
burgués y sustituirlo por uno de carácter
obrero. Ello puede requerir el uso de la
violencia, pues los trabajadores se encontrarán con la fuerte oposición
de la clase dominante.
Una vez conseguido el control del Estado será necesario salvaguardar
las conquistas realizadas mediante el ejercicio de una dictadura de los trabajadores, constituyendo éste el primer paso hacia la
consecución de una sociedad comunista sin clases.
El nuevo Estado que surge de la revolución habrá de suprimir la propiedad privada de los medios de producción (elemento
primordial en la explotación de la clase obrera) y sustituirla por la propiedad
colectiva de los mismos.
La
tesis de la dictadura del proletariado
ha sido una de las más controvertidas
del marxismo, ya que implica la conquista de una de las
claves de la superestructura social: el Estado.
El modo de conseguirlo ha sido criticado por algunos
autores posteriores a Marx, tildados por los marxistas clásicos de revisionistas.
Sociedad sin clases